Recientemente se ha publicado la decisión del Banco Central de China de prohibir las actividades relacionadas con las criptomonedas. Esta decisión no solo afecta a las transacciones comunes, sino también a los servicios de minería y otras actividades. Aunque dicha decisión no es una sorpresa (China lleva varios años restringiendo el uso de estos activos), sí que es cierto que esta vez la prohibición ha tenido un mayor alcance. Otros países como Turquía e India también han tomado medidas del mismo corte frente a la llegada de las criptomonedas. Sin embargo, el ejemplo de El Salvador es una muestra de justo lo contrario. Vamos a ver porqué hay estas diferencias en cómo reaccionan los países frente a las criptomonedas.
Factores de decisión
En primer lugar, debemos analizar el contexto económico de cada país. Hay muchos parámetros que se deben tener en cuenta antes de entender las decisiones de cada uno. Además, veremos el posicionamiento que han tenido otros dos grandes sistemas financieros, como son la Zona Euro y Estados Unidos. Por último, veremos qué podemos esperar de aquellas economías que no han desarrollado una legislación específica. Empecemos analizando los factores que determinan la posición de cada país respecto a las criptomonedas:
Moneda oficial
La moneda oficial de cada país determina el medio oficial de pago para empresas y particulares. También define la unidad monetaria en la que se determinan los precios, salarios, y otras variables de su economía. El control de esta divisa es del Banco Central emisor, que decide la masa monetaria y los tipos de interés aplicables. El tipo de cambio de cada moneda es lo que determina el precio de las importaciones y exportaciones de cada país.
En el caso de El Salvador, la moneda oficial (sin contar con el Bitcoin que ha sido legalizado recientemente) es el dólar estadounidense. Esto implica que las autoridades locales no tienen control sobre su moneda, y están expuestas a la Reserva Federal. En China, sin embargo, la moneda oficial es el yuan, emitido por el Banco Popular de China, por lo que el control de la moneda es suyo. Este es el caso también de Estados Unidos y la Zona Euro, que controlan respectivamente el dólar y el euro.
El control o no de la moneda circulante en cada país es un factor clave para entender el papel de Bitcoin. Bitcoin nace con el firme propósito de convertirse en una moneda libre del control de cualquier institución. Si un país como El Salvador no cuenta con ese control, y además está expuesto a las decisiones de la Reserva Federal (que no le tiene en cuenta en sus decisiones), pues parece obvio que quieran adoptar otra moneda. Con las criptomonedas, el control sigue sin pertenecer a las instituciones. Sin embargo, su emisión está programada, por lo que es predecible su comportamiento y, por tanto, su impacto en los consumidores.
Inflación
El aumento sostenido de los precios de una economía es otro de los factores que determina su situación monetaria. La inflación (variación interanual positiva de los precios) conlleva la pérdida de poder adquisitivo por parte de la población, debido a que la misma cantidad de dinero tiene una menor equivalencia en bienes y servicios debido a los mayores precios. Por ello, cuanto mayor sea la inflación en una economía, más necesario será intervenir en ella.
En este sentido, El Salvador ha registrado una inflación del 6,2% en noviembre, frente al 2,3% registrado por China. Si esto lo unimos a que El Salvador no tiene control sobre la emisión de dólares, vemos la mayor importancia de controlar este indicador en el país centroamericano. En el caso de la Zona Euro y Estados Unidos, ambos están registrando elevadas tasas de inflación en los últimos meses (8,6% y 8,5% en junio respectivamente). Estas subidas están directamente relacionadas con el conflicto militar entre Ucrania y Rusia y el encarecimiento de la energía. Sin embargo, en ambos sistemas financieros existe un compromiso para mantener la inflación en torno al 2%.
En cuanto a las criptomonedas, ya vimos cómo les influía la inflación y cómo podía afectar esto a su consideración como depósitos de valor. Por ello, el hecho de que un país tenga inflación constante puede suponer la búsqueda de alternativas como Bitcoin.
Grado de desarrollo
El grado de desarrollo económico de un país es el último de los factores que podríamos considerar determinantes. Existen múltiples indicadores para medir el grado de desarrollo de cualquier país. Si cogemos, por ejemplo, el PIB per cápita, El Salvador se encontraría en la parte baja de los registros mundiales, con 3.326€ por habitante en 2020, mientras que China, con una población cercana a 1.500 millones de habitantes, mantiene un registro de 9.211€ por habitante, casi el triple. Igualmente, la Zona Euro y Estados Unidos son dos sistemas financieros de los más fuertes del mundo.
Cuando una economía está lo suficiente desarrollada, el sistema financiero permite la convivencia de múltiples medios de pago. Si la sociedad tiene un grado de digitalización e inclusión financiero suficientes, las criptomonedas pueden convivir con las tarjetas de crédito, el efectivo, y otras formas privadas de pago. En este contexto, no hay necesidad de cambiar los medios oficiales de pago.
Sin embargo, si el entorno económico no está maduro, entonces la conveniencia de medios alternativos de pago como Bitcoin aumenta. Al final, estamos hablando de medios de pago independientes de políticas económicas, con un bajo coste, y fácilmente accesibles. Sobre el papel parece una alternativa perfecta, pero hay varios inconvenientes que tener en cuenta. De hecho, veremos más adelante que las distintas reacciones frente a las criptomonedas no han sido, en general, positivas.
Las criptomonedas en el mundo
China
China es, posiblemente, el país que se ha opuesto con mayor contundencia al uso de las criptomonedas. Desde hace ya varios años han ido prohibiendo las actividades de las empresas de minería, así como las transacciones. A pesar de estas prohibiciones, son el segundo país del mundo con mayor actividad minera en Bitcoin. China tiene un elevado grado de desarrollo, una inflación controlada, y una moneda oficial propia y razonablemente estable. En este contexto, no parece un país idóneo para establecer las criptomonedas como medio de pago oficial. Sin embargo, su prohibición parece desproporcionada. ¿Cuáles son los motivos que han llevado a China a este punto?
- Consumo eléctrico: ya hemos hablado del consumo eléctrico de la minería de Bitcoin. Tratándose de un país con la energía subvencionada, vemos que la minería le está costando mucho dinero al gigante asiático.
- Actividades delictivas: China acusa a las criptomonedas de promover el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. En este sentido, no es difícil entender porqué se han opuesto a ellas.
- Competencia del yuan digital: China es, posiblemente, el país más avanzado en el desarrollo de su CBDC. Bitcoin, por su lado, supone una competencia directa al yuan digital. Por ello, las autoridades han preferido asegurar el monopolio de su oferta monetaria.
- Control social: todos lo argumentos anteriores vienen a confirmar dos cosas. Por un lado, que China ve a las criptomonedas como un activo costoso en términos económicos. Por otro, que va en contra de su política para controlar los flujos monetarios, ya sea mediante la lucha contra el blanqueo o para mantener la hegemonía del yuan en su economía.
El Salvador
En El Salvador, la situación de partida es muy diferente a la de China. Su moneda oficial es el dólar estadounidense, tienen un grado de desarrollo muy bajo, y la inflación es significativamente superior al 2% de referencia. Además, su elevada dependencia de las remesas del exterior es un factor clave. Un medio de pago barato y rápido con el que poder transferir dinero podría ser una ayuda financiera importante. Por ello, a pesar de las recomendaciones de instituciones por todo el mundo, Bitcoin es ahora medio de pago oficial en El Salvador.
Además, la adopción de Bitcoin puede suponer un impulso en la digitalización de la sociedad. Las criptomonedas requieren un dispositivo con acceso a Internet, y la disposición de cuenta bancaria es de apenas el 30%. Esto indica una inclusión financiera baja, lo que genera un caldo de cultivo favorable para alternativas como Bitcoin.
Por otro lado, el hecho de que la moneda oficial sea el dólar hace que Bitcoin no suponga una amenaza. Ni el dólar ni Bitcoin están controladas por las autoridades locales, por lo que el cambio sería mínimo. De cara al control de los precios, el gobierno ha asegurado la creación de un fondo que pueda garantizar el intercambio entre ambas para absorber la volatilidad del tipo de cambio, aunque esto luego podría ser repercutido en forma de impuestos a la población.
Zona Euro
La Zona Euro, con el Banco Central Europeo a la cabeza, ha sido uno de los grandes sistemas financieros que no han regulado activamente en contra de las criptomonedas. Si bien las autoridades locales se han cansado de advertir contra sus riesgos, no ha sido hasta el pasado año cuando han publicado la primera normativa. Se trata de MiCA, el borrador de regulación para los mercados y la emisión de criptoactivos.
Con esta regulación se establecen los requisitos que deben cumplir los emisores y proveedores de servicios sobre ciertos activos. Sin embargo, esto está lejos de significar la adopción de las criptomonedas como medio oficial de pago. De hecho, existen muy pocas (casi nulas) posibilidades de que esto ocurra. La Zona Euro cuenta con una de las monedas más estables del mundo, con un grado de desarrollo muy elevado, y con una inflación muy controlada en términos generales a lo largo de su historia.
Esto hace que las criptomonedas no sean deseables por las autoridades, ni imprescindibles para los ciudadanos. De hecho, se está estudiando la posible creación de un euro digital. Esto supondría la creación de un medio de pago oficial que haría más difícil aún la implantación de las criptomonedas. Sin embargo, la regulación de estas permite un mayor uso como parte del sistema financiero.
Estados Unidos
En Estados Unidos, el contexto económico es muy similar al de la Zona Euro. Actualmente, están estudiando la creación de un dólar digital controlado por la Reserva Federal. Sin embargo, en términos de regulación, no ha sido hasta hace unos meses cuando han empezado a regular las criptomonedas. Con la aparición de la «Ley de Innovación Financiera Responsable» pretende definir la relación entre Estados Unidos y las criptomonedas, así como crear un marco regulatorio integral para los activos digitales.
Otros
Además de los mencionados hasta ahora, la mayoría de los países han recibido las criptomonedas con bastante escepticismo. Si bien aprecian la tecnología, no creen que una moneda que no puedan controlar sea algo positivo para sus sistemas financieros. Muchos de ellos están estudiando la posibilidad de emitir su propia CBDC, aunque no hay ninguna en producción actualmente.
Algunos países como Turquía o la India han regulado en contra de las criptomonedas, porque temen un debilitamiento mayor de la divisa local. Otros están a la espera de lo que pueda ocurrir, conscientes de que hay muchas cosas en juego. Lo cierto es que las distintas reacciones dependen mucho del contexto económico de cada país. Cuando se cuenta con una moneda estable propia, las criptomonedas podrían ser prescindibles, pero lo cierto es que muchos países no se encuentran en esa posición.
Conclusión
Por todo lo anterior, se puede concluir que la reacción de las autoridades frente a las criptomonedas no solo depende de la actitud propia del país frente a estos productos, sino que su situación económica juega también un papel clave, y cuanto mayor sea el grado de desarrollo financiero del país, menos probable será que permita la adopción de criptomonedas como medios de pago oficiales (aunque esto no quita para que permita la inversión en estos productos como parte del sistema financiero).
